jueves, 7 de febrero de 2013

Historia secreta de los mongoles


            "Historia secreta de los mongoles" es una obra literaria que cuenta y narra la subida al poder del líder mongol Gengis Qan, el cual unificó las tribus dispersas que poblaban la altiplanicie mongola  principios del siglo XIII y creó, en el mismo impulso, un imperio que se extendía desde las costas del Mar de Japón hasta las del Danubio.

            El año que fue escrita esta obra, según señala su último párrafo final, es "la séptima luna del Año de la Rata" según el horóscopo chino, es el año 1240 por varias razones. En primer lugar, por el propio ritmo de la narración. En segundo lugar porque no existe alusión alguna a la muerte de Ögödei, acaecida en 1241, hijo de Gengis Qan. Y en tercer lugar, porque algunos de los acontecimientos que se relataban en el libro, tienen lugar no mucho antes de esta fecha.

            A pesar de esto, algunos autores del siglo XX como Rachewiltz[1] y Onon, sostienen que el libro es concluido en el año 1228, con la muerte de Gengis, donde, los epígrafes posteriores fueron escritos más tarde. Con esto, nos da a entender que la Historia, pudo dar cabida no sólo a los acontecimientos ocurridos en época de Gengis Qan y Ögödei, sino también a algunos de los acaecidos en época de otros Qan, y que la hoy conocida "Historia secreta" puede ser una refusión de hechos propios del reinado de varios emperadores mongoles, a partir de Gengis.

            Del autor, o autores, sólo cabe decir, que se trata, como parece obvio, de algún personaje cercano a la corte mongola. Algunos estudiosos consideran que la condición de escribano de Shigi Quduqu y su privanza con Gengis Qan lo convierte en candidato idóneo para la posible autoría de la obra; pero tal argumento carece de constancia documental que lo confirme.

            Tampoco existe constancia de la persona o personas que tradujeron el original mongol al chino. Pero, si damos por válidas las citas de los traductores Chen Yuan y Zheng Xiao, la traducción del texto mongol de la Historia habría tenido lugar antes, del año 1312-1321, de su transcripción al chino.

            Tiene dos versiones principales en donde la primera fue escrita cuando, una de las primeras medidas que adopta el ejército de la dinastía Ming, cuando entra vencedora en la capital de los Yuan, según la "Historia (oficial) de la dinastía Ming", es la de clausurar y precintar las bibliotecas y tesoros imperiales, y hacer un inventario de los libros y mapas y las cosas preciosas que contenían. El general Xu Da, conquistador de Pekín, recoge todos los materiales y registros documentales que halla en palacio y los envía a Nankín, capital, a la safón, de los Ming. Teniendo a su disposición estos materiales, la dinastía triunfante se siente capacitada para redactar, siguiendo la tradición china, la "Historia oficial" de la dinastía saliente y el emperador así lo decreta; "el día primero de la segunda luna del año 1369".

            Los compiladores, dirigidos por Song Lian, se ponen manos a la obra y concluyen el trabajo en seis meses sirviéndose nada más que de los "Registros verdaderos de los trece emperadores" (de la dinastía Yuan), y el "Compendio del gobierno imperial". Tal como era de esperar, fue una obra inacabada. Song Lian, insatisfecho, manda a once comisarios que viaje por todo el imperio y manden a la corte cuanto documento crean de interés histórico. Con parte de este material, Song Lian y sus colaboradores rematan la "Historia oficial" en otros cuatro meses y medio. Pero el resultado final sigue dejando mucho que desear.

            Entre los documentos que mandan los comisarios a la corte, podría encontrarse, según Wang Guowei, la "Historia secreta" ya traducida, es decir, la segunda versión. Lo sorprendente, sin embargo, es que los compiladores no se sirven de ella en ningún momento, hecho que sólo admite dos explicaciones; o bien no dispusieron de ella porque siempre estuvo retenida en Mongolia, o bien porque no quisieron por comodidad, es decir, para qué complicarse si "se está mejor en tu casa con el trabajo ya hecho y sin complicaciones".

            La deducción más razonable, según todo lo anterior, es que los compiladores de la "Historia oficial", por una u otra razón, no tuvieron acceso a la "Historia secreta" y por ello, esta última, no fue empleada para la redacción de la "Historia oficial".

            De este periodo intersecular data también la asignación de un título. En primera estancia, le asignaron un título de un libro que, o bien no lo tenía, o simplemente era conoció por "Tobchiyan", la "Historia". Algunos estudiosos sugieren que el título original pudo ser la frase que encabeza el libro: "Los orígenes de Gengis Qan", sin embargo, tal título no hace honor al verdadero contenido del libro, no confinado exclusivamente a los orígenes del caudillo mongol, sino al recuento de sus gestas.

            Más consiste es, quizás, la opinión según la cual el libro pudo llamarse o ser conoció por "Historia de oro" o "Libro de oro", en alusión al linaje imperial de Gengis Qan, el "linaje de oro", color que en la tradición mongola simbolizaba al emperador.

            En cuanto a la transmisión de la obra, varios letrados chinos, a través de los siglos, advierten la importancia de la "Historia secreta", o incluso reproducen parte de ella. Pero sólo a finales del siglo XVII, cinco siglos después de su creación, comienza el libro a adquirir carta naturaleza como complemento indispensable de la Historia oficial, y ello gracias al epílogo de un estudiosos, Qian Daxin, que expone algunas de las deficiencias de la "Historia oficial" subsanables en la "Historia secreta".

            Después, entre finales del siglo pasado y principios del presente, encontramos dos versiones de esta última y definitiva versión de la "Historia secreta", una de doce capítulos que reproduce fielmente en todos su detalles la primera edición de la dinastía Ming, y otra de quince capítulos, que reproduce únicamente la traducción china anexa a la versión copiada en la "Enciclopedia de Yong Lee".

            En nuestra versión, la de quince capítulos, la restitución del mongol arcaico no hubiera sido posible sin la importante aportación de las glosas que acompañan al texto, ni tampoco, aunque en menor medida, sin el concurso de la traducción china, que permite situar en contexto cada una de las glosas. En otras palabras, la restitución del texto mongol es indispensable de las glosas y de la traducción china.

            La versión de que nos hemos servido es la original de Li Wentian, en cuatro volúmenes y quince capítulos. El mérito principal de esta obra reside en que, respetando la literalidad del texto legado por Zhang Mu, añade notas y correcciones.

            Mirando las diferencias entre la versión china y la mongola, el calificativo de "abreviada" con que suele ser caracterizada la traducción china anexa al original puede suscitar la idea de que se trata de una versión resumida de la obra: una idea muy generalizada, propiciada por la falta de estudios comparativos entre ambas versiones, pero poco exacta, ya que el rasgo predominante de la traducción china no es tanto su afán de síntesis, como su literalidad, de hecho, de tener que definirla de alguna manera, habríamos de admitir que se trata de una traducción literal con omisiones, resumida en algunos casos puntuales.    

            En todos los momentos de la historia, los pueblos que vivieron en los límites de la civilización, con hábitos e idiomas distintos a los de los occidentales, fueron considerados incivilizados, salvajes y violentos, dispuestos a acabar con los progresos y beneficios de la vida en esa sociedad.

            Así pues, uno de esos invasores fueron los mongoles, potente coalición de tribus cuyo caudillo fue Gengis Qan. El imperio mongol abarcó China y Rusia y llegaron a invadir Europa y el cercano Oriente. Con un ejército muy disciplinado y despiadado, el poder de la Horda de Oro se mantuvo durante más de dos siglos. Su crueldad fue legendaria.

 

            En su contexto histórico, de las numerosas hipótesis que en torno al origen remoto de los mongoles se han sucedido a través de los tiempos, la más aceptada hoy día es la que los considera descendientes de los antiguos donghu o "bárbaros del este", llamados así porque vivían "a levante de los xiongnu", la gran confederación de tribus que poblaba la altiplanicie mongola, relacionada por algunos con los hunos que en siglos posteriores invadieron parte de Europa.

            A finales del siglo III a. C., los donghu forman una gran confederación de tribus para combatir a sus poderosos enemigos occidentales y realizan diversas incursiones victoriosas en su territorio, más con el apogeo de los xiongnu a finales del siglo II, la situación se invierte. Tal estado de cosas se prolonga durante más de dos siglos, hasta que la escisión de los xiongnu en una rama septentrional y otra meridional, en el año 48, propicia la emergencia de los wuhuan y los xianbei, descendientes de las tribus donghu. Los xianbei aprovechan la ocasión para ocupar gran parte del territorio vacante, y absorben en su organización tribal a las "cien mil familias xiongnu" que aún permanecen en él. Comienza así, un periodo de hegemonía de los xianbei; cuyo auge llega cuando forman una confederación de doce tribus que ocupa por completo todos los territorios situados en los anteriores dominios de los xiongnu.

            De las antiguas tribus destacan en las crónicas, a partir de este momento, los murong, duan, yuwen y tuoba. A partir de entonces, tiene una progresiva integración en las estructuras sociales de la dinastía Han, que concluye con la desaparición, también progresiva, de los xianbei durante las dinastías Sui y Tang (581-618 y 616-907, respectivamente).

            En los momentos finales de la dinastía Tang, diferentes tribus forman una confederación cuyos miembros son conocidos con el nombre genérico de tatar. El nombre, al designar a un amplio abanico de tribus, es fuente de confusión, una confusión acentuada, si cabe, cuando el término se propaga a Occidente en forma híbrida de tártaros.

            La primera gran unión de los mongoles tiene lugar cuando, a principios del siglo XII, las concentraciones de clanes y tribus se fusionan, dando lugar a los qamag monggol, la confederación de todos los mongoles.

            A finales del siglo XII, conviven en la altiplanicie mongola, en mayor o menor armonía, un centenar de tribus de diferente origen, lengua, creencias religiosas y grado de desarrollo cultural.

            El pueblo mongol estaba situado en el noroeste de China, en torno al lago Baikal y al macizo del Altai. Divididos en tribus de pastores nómadas que trashumaban con sus carros y tiendas desmontables detrás de sus rebaños, mientras otros grupos se dedicaban a la caza en la taiga siberiana, los mongoles protagonizaban frecuentes enfrentamientos internos por el control de los territorios de caza y pastos y por el rapto de mujeres de otros clanes (para evitar el pago de fuertes dotes al padre de la joven). El propio carácter belicoso de estos pueblos no favorecía su estabilidad.

            Su estructura social, fuertemente jerarquizada, reflejaba el predominio de rasgos militares: sobre el conjunto de la clase de los guerreros se elevaba una aristocracia que constituía la minoría dirigente y que se encargaba de la elección del jefe de la tribu. Ocasionalmente, se elegía un jefe supremo del pueblo mongol, es decir, un Gran Kan. Magníficos jinetes, hábiles arqueros, infatigables y crueles, los mongoles no habían tenido contactos con civilizaciones superiores y sus creencias apenas sobrepasaban el nivel del chamanismo: culto al cielo, a la tierra y a los genios que habitaban las aguas y el fuego, veneración por los antepasados, ofrendas de alimentos y, excepcionalmente, sacrificios cruentos de animales y personas.

            Yesúgei, padre de Gengis Qan y cabeza del clan de los kiyat, intenta proseguir la reunificación de las tribus del altiplano mongol iniciada por sus predecesores; pero, símbolo de los tiempos, muere envenenado. Se crea así, de nuevo, un mundo disgregado y con rivalidades internas, rodeado por imperios hostiles el cual fue unificado y sometido a su autoridad por el jefe de uno de los clanes, el hijo de Yesúgei, Temujin. Es este mismo, el que, quedándose huérfano a la edad de diez años, sus seguidores le otorgan el título principesco de Gengis Qan.

            Partiendo de su pequeño territorio y con una gran tenacidad, consiguió dominar entre 1198 y 1206 a las distintas tribus existentes en Mongolia y hacerse proclamar soberano supremo del país por una asamblea de jefes, que le otorgó el título de Gengis Qan.

            Lanzó a su país una política de expansión que no tenía como objetivo la consecución del botín, sino la conquista permanente de su territorio y la formación de un gran imperio mongol, el mayor imperio que la historia ha conocido.
 

            Cap. I, 59. Después de haber analizado la obra en su contexto general, y hacer un repaso histórico por la época de la que habla el libro, paso a analizar el texto entregado por el profesor J. Mª. Monsalvo Antón, dividido, como es lógico, en capítulos de los antes mencionados de la versión, de quince capítulos antes contada. El capítulo 1 nos explica la razón por la que fue llamado así, Temujin. Los kiutes, tribus del suroeste del lago Baikal, habían elegido como jefe a Yesúgei, quien había conseguido reunir bajo su mando unas cuarenta mil tiendas. Al volver de una batalla contra los tártaros, el guerrero se encontró con que su favorita, Oelon-Eke (Madre Nube), le había dado un heredero, al que llamaron Temujin. El niño tenía en la muñeca una mancha encarnada, por lo que el chamán pronosticó que sería un famoso guerrero.

            Cap. I, 61, 62, 64, 65, 66, 67 y 68. Hasta el capítulo dos, lo que viene a decir, es que, según las tradiciones mongólicas, su padre le llevó consigo en una marcha para buscarle esposa. Atravesaron largos caminos y largas estepas en una marcha para buscarle pues, a la esposa tan deseada a la edad de nueve años. Llegando a la zona donde vivían los chungiratos, encontraron a Börte, hija de Dei Sechen, una niña de su edad, que, según la tradición, sería “la esposa madre que le fue entregada por su noble padre”. Pero es con diez años, cuando al padre de Temujin, le envenenaron los tatar, a los cuales su padre había vencido anteriormente. Esto lo explica muy bien en el Cap. I, 67; “de vuelta, al pasar por Chekcher, Yesúgei encontró unos tatar que celebraban un festín y, como tenía hambre y sed por el largo camino, bajó del caballo y se quedó con ellos. Poco podía imaginar que los tatar iban a reconocerlo. “Ese que ha venido es Yesúgei, el kiyan” dijeron; y recordando los agravios del pasado, a escondidas le pusieron veneno en la comida. Yesugei partió al cabo de su montura, y en el camino se sintió indispuesto; y cuando, después de cabalgar tres días, llegó a casa, ya se encontraba muy enfermo”.

            En el capítulo 79, muestra cómo, después de haber matado al padre de Temujin, éste y su familia, quedan desamparados y Temujin, para que no le maten, tiene que huir. De este modo mostramos una vez más, los conflictos que había comentados en el contexto histórico antes mencionado.

            Del capítulo 69, al 78 le persiguen los tayichi’ut.

            En el capítulo 94 muestra ese comienzo de reunión de fuerzas yendo a casa de su suegro el cual, temía que le hayan matado al igual que su padre y vuelve a reencontrarse con su esposa.
            A partir de aquí, más que por capítulos, es conveniente hablar de una historia continua, que explicará mejor el proceso de subida al poder de Gengis Qan. Comienza por el apoyo del Qan de la tribu de los kereyit, antiguo aliado de su padre de la tribu de la cual Temujin se convertirá en el Qan indiscutible. Derrotó a los merkit (capítulo 103-110), tribu del norte de Mongolia, y a los tártaros, capítulo 133 y siguientes. (1198-1202). El valor y la astucia demostrados por Temujin hicieron que muchos nobles se unieran a él y lo aclamaran como jefe, decisión que provocó la rivalidad de sus antiguos aliados, Jamuka entre ellos, con el que pactó alianza tras haber derrotado a los merkit (capítulo 116). Más exactamente esto se ve en el capítulo 118, cuando el propio Jamuka, comienza a cansarse de la alianza con Temujin y rompe el anda, símbolo de alianza tras entregar unos objetos unos a otros en señal de alianza. A partir de aquí, y visto que Jamuka se separaba de la alianza, varios jefes de distintas tribus comienzan a seguir a Temujin y, en el capítulo 119 al 123, en el año 1189, le dicen estas palabras que señalan, su comienzo de esplendor; “Nosotros te haremos emperador. Y cuando seas emperador, nosotros seremos tu avanzadilla frente al enemigo numeroso y te traeremos cuantas muchachas hermosas y esposas y buenos caballos podamos capturar, y en la caza haremos delante para cercar los animales y te traeremos las mejores piezas. Si en tiempo de batalla desobedecemos tus órdenes, o en tiempo de paz albergamos malas intenciones contra ti, sepáranos de nuestras esposas, hijos, casas y haciendas y arrójanos allá donde no hay humo de hogar”. Se enfrentó a ellos, los que se levantaron contra él y venció y dio muerte a Toghril, Jamuka (capítulo 141 y 143)y los demás y ordenó la dispersión de los kereyit entre las diferentes tribus mongolas (1203-1204).
            Durante el resto de capítulos, hasta el 201, Temujin, sigue en constante lucha contra los tatar y Jamuka, destacando un capítulo, el 155 y 156, donde, ya con una esposa, Yesui, toma por esposa a otra mujer más, Yesugen, hermana de la primera. Según su cultura, podían tomar por esposas a más de una, pero la primera siempre tenía el rango más alto y por tanto era la principal. En el capítulo 165, estrecha más aún sus lazos de alianza con el Qan Rey, aliando de Temujin desde sus comienzos por recuperar el poder.
            En 1206, Temujin, dueño y señor de la estepa, fue proclamado Gengis Qan, capítulo 206, año del Tigre, cuando acabó de sojuzgar a todas las tribus, por una gran asamblea de príncipes mongoles reunida a orillas del río Onon. Tras haber unificado las tribus mongolas, cedió a sus fieles aliados  noventa y cinco de las mil jefaturas que tenía por haber contribuido a la creación de su imperio, y turcomongolas del Gobi bajo su mando y reorganizado su ejército según la división decimal de unidades de combate, consideró llegado el momento de acometer su empresa más ambiciosa: la conquista del mundo.
 
            Como conclusión, comentar un poco la historia de Gengis Qan, tras haberle proclamado sus aliados emperador en donde la epopeya de Gengis Qan se inició con la conquista de China, donde se dirigió primero hacia el oeste para someter el reino tangut de Hsi Hsia, en el río Amarillo (1209), y después hacia el nordeste con el objetivo de dominar Manchuria. En 1215, la ciudad de Cambaluc (actual Pekín) caía en su poder. A continuación, encomendó al general Mukali la conquista sistemática del norte de China, mientras él penetraba en el reino de Kara-Kitay, en el Kazajstán.
            Tras adentrarse más en las tierras occidentales de Asia, entre 1219 y 1221 se enfrentó a los chas Corasmia, a quienes arrebató las ciudades de Bujara, Samarkanda y Urguench, y saqueó Tiflis, en Georgia, y Sudak, en Crimea. Posteriormente, devastó Afganistán en una rápida campaña, al tiempo que el ejército de una coalición de príncipes ucranianos era derrotado por sus generales a orillas del Kalka y su hijo Tului invadía Jhorezm, la mayor potencia musulmana de Asia Central.
            En 1225, Gengis Qan regresaba triunfante a Mongolia, y dos años después, preparaba una nueva expedición contra el reino de Hsi Hsia. No llegó a realizarla: el 18 de agosto de 1227 moría a consecuencia de las heridas sufridas al caer del caballo.



[1] Igor de Rachewiltz, nacido el 11 de abril de 1929, es un historiador y filólogo italiano especializado en estudios mongoles.