jueves, 13 de octubre de 2016

Tiempo

El tiempo.
Qué es el tiempo sino una forma de vernos a nosotros mismos.
Qué es el tiempo además de algo imaginario en nuestras cabezas.
Qué lo hace tan importante como para estar cada momento preocupados por él.
Qué es el pasado, el presente y sobre todo, el futuro.
Qué significa todo lo que nos rodea, todo lo que somos, fuimos o seremos.
Qué necesidad hay de ver aquello que no sólo los demás quieren ver, sino uno mismo.
Cómo es capaz de imaginarse una vida, sin una meta.
Todo lo que intentamos, podemos llegar a tener la sensación de que no ha servido para nada.
El proceso puede ser lento.
Rápido.
Imposible...
Qué más da si está todo en la cabeza.
Qué importa si puedes hacerlo junto a una persona amada. Qué importa si lo puedes hacer junto a la gente que realmente necesitas, independientemente de cómo te sientas.
Qué necesitas si el armario de tu cabeza está ordenado.
Que tiene de malo ver un futuro lejano,
si para llegar a ese futuro, tienes que ir consiguiendo pequeñas metas que te vas labrando en el presente del día a día.
Qué importa lo que se tenga que pasar, si al final del camino se encuentra la felicidad,
el sentimiento,
los sentimientos,
la meta que te has propuesto.
Puedo volver a repetir mis palabras,
volver a decir que uno tiene que buscar siempre en su interior,
pero en parte estaría mintiendo.
Busca en tu interior, claro.
Busca en tu corazón, sin problema.
Pero piensa.
No me remitiré a nuestro amado Descartes ni tampoco al latín.
Dejaré la pregunta abierta: ¿qué quieres TÚ realmente?



E. Villa

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